“Si solo caminas en los días de sol, nunca llegarás a tu destino”.Paulo Coelho
Dibujo por Samuel Pires Hace unos días alguien colgó en Facebook una entrevista con un psiquiatra Belga, Dirk de Wachter, que acaba de publicar un libro con el título: “Tendremos que volver a aprender ser infelices”. No sé qué sentimiento os produce leer este título, pero a mí en seguida se me despertó la curiosidad y decidí ver el vídeo.
De Wachter dice: “Vivimos en una sociedad en que todo tiene que ser fantástico, estupendo y genial pero la realidad muchas veces es bien diferente, y no solamente entre los pacientes que vienen a verme a mí o a mis colegas”. Pinta el imagen de nuestra sociedad en que, contrario a lo que ocurrió en generaciones anteriores, hay un sinfín de “ofertas”, de posibilidades de cómo vivir tu vida (y con ciertos productos qué aumentarán tu felicidad) mientras que al mismo tiempo los valores dictados por las autoridades (desde el pater familiashasta el dogma de la iglesia) se están perdiendo, invitando a cada individuo de descubrir sus propios valores por sí mismo. Esto está bien, pero no es fácil y no todo el mundo es capaz de manejar tanta posibilidad, tanta oferta y tanta libertad”. Hasta aquí las ideas de De Wachter.
Todos conocemos a personas con problemas, problemas reales. Está muy bien decir que ciertas cosas no deben afectarte, que siempre puedes elegir, que siempre hay que ser positivo. Pero, ¿qué pasa con esta persona que no logra encontrar su camino porque la oferta general de la vida actual le viene grande? ¿Qué pasa con esta persona que acaba de perderlo todo? ¿Y ese niño, que sufre mobbing en el colegio? ¿O alguien a quien se le acaba de morir un ser querido? Evidentemente puedo seguir, pero tendrás que reconocer que es imposible que en la vida de cada uno todo siempre está fantástico y maravilloso. Cada uno pasará por temporadas en su vida en que las cosas no marchan cómo a él le gustaría, en que se le viene todo muy cuesta arriba, por ejemplo cuando tiene que tomar decisiones de cambio que le pesan tanto que simplemente se siente de bajón. La etiqueta “depresión” es una etiqueta que se da con facilidad, pero, esa persona, que está en un proceso de reorientación, ¿está enferma? No lo creo para nada. Parte del problema consiste en que, si no eres capaz de decir que estás genial, súper feliz y muy positivo, parece que eres un pobre perdedor… Esto puede tener como consecuencia que empieces a fingir que estás genial, súper feliz y muy positivo, o que, poco a poco, te vayas distanciando de tus contactos sociales porque no aguantas su felicidad, bienestar emocional y/o material, y todo ese positivismo de tu gente te hace sentir mal.
Cómo a lo mejor sabes, en Facebook estoy en varios grupos dedicados a los PAS (personas altamente sensibles). Algunos han llegado a ser grupos de auténtico apoyo. Con el tiempo cada vez hay más personas que confiesan sentirse de bajón, de sentirse triste y más bien deprimido. Lo que la mayoría tiene en común es que necesitan desconectarse un poco (o no tan poco) de todas las, a veces extremas, exigencias del mundo exterior. Como PAS, esa necesidad puede ser una consecuencia directa de la saturación emocional y/o física como resultado de nuestra capacidad de acoger y almacenar datos de todo tipo. Pero también puede ser consecuencia del simple hecho que somos seres humanos que estamos viviendo los propios ritmos de la vida tal cual.El bajón como oportunidadDía y noche, las estaciones, la marea o la misma respiración son solamente unos ejemplos de los ritmos naturales con los cuales o a través de los cuales vivimos. Luz y oscuridad, frio y calor, flujo y reflujo, inhalar y exhalar… extraversión y introversión. Después de temporadas en que todo aparentemente va bien y estás contento, puede venir una temporada en la que tienes la sensación que todo cuesta más y que no tienes ganas de reírte y de cantar. Es normal. No pasa nada. Es incluso sano pasar por temporadas de reflexión y de cuidar tu mundo interior, de hacer inventario. ¡No estás enfermo! PAS o no-PAS, nos pasa a todos. No hace falta inventarse excusas o pretender que todo es maravilloso. No conviene reprimir emociones reales como la tristeza y la rabia. Ya lo sabemos: lo que se reprime no desaparece, sino que se hace más fuerte con el riesgo de que, tarde o temprano, salga cuando menos te lo esperas y con todas la consecuencias que esto conlleva. Acepta tu estado tal como es, tómate el tiempo. No te esfuerces y toma responsabilidad de tus emociones. No es que te rindes, es simplemente que necesitas estar un rato contigo para, después de un tiempo, poder estar de nuevo con el mundo y dar pasos nuevos.
Podrías tomarlo así: Tienes que estar un rato en tu zona de confort para luego poder salir de ella. Estando en la zona de confort tienes la oportunidad de trabajar tu crecimiento interior y de aprender nuevas herramientas, para luego, saliendo de tu zona de confort, llevar tus nuevas capacidades al mundo exterior y crecer exteriormente. (¡Es un momento idóneo para empezar con un trayecto de coaching!)
Ten en cuenta que un bajón es algo natural; no es automáticamente una depresión. La cosa ya cambia cuando sustituyes la palabra “bajón” por “tiempo de reflexión” o “hacer inventario personal”. Una depresión es mucho más que un bajón; es una patología. Prestando la debida atención al bajón, cuidándote y tomando tú tiempo para ti, podrás evitar algo peor; podrás evitar la verdadera depresión.
Evidentemente todo esto es tan válido para PAS como para no-PAS. Sin embargo, el PAS por sus características de saturación físico y/o emocional, y por su necesidad de desconectar de vez en cuando, es más propenso al bajón que una persona con menos sensibilidad. Es por esto que decidí escribir este artículo para mi blog sobre la alta sensibilidad.
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8 comentarios
Hola amigos PAS
Yo hace poco q he descubierto q lo soy y desde entonces me entiendo mucho mejor
Actualmente estoy pasando por un mal momento,q espero ir superando
Mariluz
Mucho ánimo, Mariluz. Un abrazo.
Hola, yo soy una PAS in extremis, y he sufrido de muchas depresiones toda la vida, también he tenido problemas y tengo con el alcohol, las pastillas médicas y claro como no eso se lleva a las relaciones, tengo tantas cosas encima a veces que me quedo paralizada en casa sin poder salir, vivo en el extranjero y ahora he tenido un desngaño amoroso por aquello de lo que hablabas de la dependencia emocional…no sé tengo 35 años y me veo ya con años para solucionar las cosas y no lo consigo..pero la muerte de mis padres, la muerte de mi exnovio y la vida me las han dado por muchos lados o así lo he sentido. Digamos que soy extrovertida xq tengo muchos hermanos y claro siendo la pequeña me machacaron mucho con que no llorara con que hiciera esto o lo otro mientras yo estaba aterrorizada. No tengo fuerzas muchos días, incluso había empezado mi proyecto musical otra vez y lo dejé por sentirme débil y sin ganas de estar con gente…sigo bebiendo casi a diario una cervezas…es del poco consuelo aunque sea de un momento que me quita el dolor mental y bueno…contacto con mi lado alegre, que tb lo tengo, y mi lado empático que tb…no sé que hacer nisiquiera podría ir a un psicólogo aquí porque hablan en otro idioma…gracias por tus post
Me encantan tus articulos, siempre de una manera u otra me siento identificada. Hare todo lo posible para poder venir el 22 de enero a tu encuentro. Yo ya me compré tu libro, aún no lo he leído , pero lo haré en breve.
Karina, gracias por hacer lo que haces.
Un abrazo y hasta pronto.
Eva.
Acabo de leer el artículo y ha sido altamente reconfortante.
Gracias por compartir estas palabras tan mravillosas.
Besos
Me considero una persona altamente sensible, por eso ha sido para mi una alegria encontrar este espacio.
Todo lo aqui planteado es muy interesante y provechoso.
Saludos.
Hola Cota-K! Gracias por tu comentario y por tus palabras. Me alegro que estás descubriendo los lados positivos de nuestro rasgo 🙂
Y, gracias por seguirme.
Beso devuelta.
Hola. Me ha encantado tu blog. Ya tienes una nueva seguidora.
Yo también soy PAS, desde siempre he sabido que era mucho más sensible que los que me rodeaban, y he sufrido enormemente por ello… pero ahora descubro que también tiene su lado bueno.
¡Gracias por compartir esto con los demás!
Un beso