En Europa, pero también en otras partes del mundo, es la época de las vacaciones. Con suerte vamos a algún lugar bonito para descansar y podemos cargar las pilas. Una de las posibilidades es que vamos a visitar algún familiar o amig@ para pasar unos días, pero de la misma manera puede pasar que nos encontramos en lado recipiente de estas visitas y nos toca el papel de anfitrión/a.
De hecho, este papel les ha tocado a varios de mis clientes, le tocó a una buena amiga, y también me tocó a mí. Empecé a darme cuenta de la importancia de este «tema» cuando recibí un correo de una clienta pidiéndome consejos porque se vio realmente desbordada con una situación que no podía controlar: la visita de unos familiares de su marido -adolescentes inclusive-, en un piso pequeño y ni un solo momento para ella sola. La consecuencia: máxima irritabilidad, intolerancia, sobre-saturación, impotencia y, por último, un fuerte sentido de culpabilidad.
Mientras me pintaba un poco su panorama, me veía a mi misma ya que yo también tenía gente en casa, y también había adolescentes. Soy PAS como vosotros, y no me considero ninguna santa: también tengo mis momentos.
Poco después me llamó una amiga (PAS) quejándose de su pareja que había invitado a un amigo a pasar unos días, -«una semanita»-, quedándose luego una semana más porqué «se lo estaba pasando tan bien». Mi amiga no encontró el valor necesario para decirle a su pareja con la firmeza necesaria que a ella le había bastado «la semanita» inicial del amigo y que añoraba la tranquilidad. No era capaz de decírselo porque se sentía egoísta, como si le supiese mal que su pareja tenía un amigo de visita. ¡Claro que se alegraba por su pareja!, pero no obstante se sentía muy agobiada. Y culpable.
¿Qué nos pasa a l@s PAS? ¿Somos anti-sociales, intolerantes y antipáticos? No. No lo somos. (Evidentemente puede haber excepciones). A la gran mayoría nos gusta recibir gente en casa y compartir. Lo que pasa es que solemos tener un problema con nuestros límites personales o interiores.
Como bien sabemos, los PAS nos saturamos relativamente rápido. Nuestros sentidos lo absorben todo y necesitamos más tiempo que la persona no-PAS (la gran mayoría) para asimilar y encauzar toda la información recibida. Necesitamos tiempo a solas, o por lo menos tiempo y tranquilidad para nosotros mismos. Con invitados en casa esto no siempre es posible.
Si a esto añadimos características PAS como la tendencia al perfeccionismo (orden en casa, ser el/la anfitrión/a perfect@, las comidas perfectas y generalmente complejas, ser amable y procurar que al invitado no le falte absolutamente nada), nuestro deseo -hasta necesidad- de servir a la persona que tenemos delante y la tendencia que tenemos de ponernos en el último lugar, comprendéis que pueden surgir problemas. la convivencia en sí ya es difícil y requiere todo un aprendizaje, pero una convivencia con personas que vienen de vacaciones a tu casa mientras que tú (a lo mejor) trabajas y no puedes disponer de tiempo libre (para desconectar) iguala a estrés. Es el estrés que da fruto a la irritabilidad. Cuanto más estresado estás, más te irritas y más te agobias. Más te cuesta poner buena cara y disfrutar de la compañía de los invitados.
¿Qué puedes hacer para evitar ese malestar?
Para empezar es muy necesario establecer para ti mismo cuáles son tus necesidades absolutas −tus requerimientos− para estar bien y evitar el estrés, o sea, ¿cuáles son tus límites interiores? Puedes pensar en cosas como: dormir ocho horas, desayunar a solas, meditar media hora al día, cuidar tus plantas, ir al fitness, no tomar alcohol, etcétera. Son todas las cosas que contribuyen a tu equilibrio interior. La vida te ha enseñado que, si no observas estas cosas, te pones nervioso y estresado.
La dificultad es mantener estos requerimientos cuando hay visitas en casa. Conviene, pues, explicarles desde el principio a tus invitados que necesitas hacer A,B y/o C. Si lo haces al principio, lo podrás hacer con toda la amabilidad y sin poner mala cara. Si quieres algo −tiempo, espacio− pídelo. No vale reprochar a tus invitados algo que no has aclarado desde el principio. «¿No ven que necesito tiempo para meditar?» te colocas en el papel de víctima y crea mal ambiente. ¿Por qué? Porqué de hecho no lo ven si tu no se lo dices. Tan simple. Nadie puede saber con certeza que pasa en la cabeza de otra persona.
Mantener tus límites
Mantener tus límites de una manera pro-activa implica que expreses con claridad y exactitud cuáles son tus necesidades: Cada mañana necesitas media hora de tranquilidad en casa para meditar, de 7 hasta las 7.30. Necesitas que te ayuden poner y recoger la mesa; tres veces al día. Necesitas que te saquen el perro a mediodía, necesitas que respeten tu hora de acostarte entre semana, que es a las 11. Etcétera. Mucho mejor de presentar tus invitados con este tipo de mensaje al principio de su estancia, qué más adelante, cuando ya estarás mal y te costará decirlo con amabilidad. No olvides de preguntar a la visita si está dispuesta a respetar tus deseos, o si, a lo mejor, hay algo que les impida de honrarlos. Si, por ejemplo, algún día por el motivo que sea, no tienen la oportunidad de sacar el perro, lo sabrás y podrás buscar otra solución, sin la necesidad de ponerte de mal humor o de enfadarte.
Es bonito tener invitados. Es enriquecedor en muchos sentidos. Sin embargo, para que disfrutes de la compañía temporal de la visita de tus familiares o de tus amigos y para que los invitados disfruten de tu hospitalidad, es imprescindible conocer, establecer y mantener tus límites.
¡Os deseo muy buenas vacaciones!
45 comentarios
Me pasa, hace ya tres días mis hermano vienen seguido con su familia y sus hijos se quedan en mi casa, ya me siento irritado y me pongo de muy mal humor. Desgraciadamente ya les dije eso a mí familia, pero no me entienden lastimosamente, me hacen pensar que el problema soy Yo, estoy cansado, quiero estar en mi casa el silencio y tomar unos mates tranquilo. Lastimosamente no tengo un trabajo estable que me permita mudarme.
Hola Nick, gracias por tu mensaje. No sé muy bien que aconsejarte. Igual puedes buscar un lugar tipo refugio tipo biblioteca, museo o parque? O ponerte cascos? Te deseo mucho ánimo.
A lo anterior añadir que mis padres también vienen bastante, y me generan una ansiedad terrible, me ayudan mucho también, pero no tengo paz, me siento culpable, tendré que aprender meditación o yo que se para poder vivir, por que en cuanto mi padre se jubilen vivirán a mi lado, los adoro, pero me pasa como con mis cuñados, se meten el todo, no me dejan vivir a mi manera, a mi orden a mis horarios, es muy difícil, respetan mucho, pero el echo de tener que estar pendiente de todo o de delegar me supera
Hola, Maria, gracias por tus mensajes. Entiendo tu agobio; tu casa ya no es tu casa, ¿verdad? Y lo triste es que tanto tus suegros como tus padres hacen todo lo que pueden para ayudarte. Es triste. Igual podrías empezar con decirles que les agradeces toda su ayuda, pero que en realidad prefieres hacer tu las cosas. O decirles que cosas exactamente quieres hacer tu. O igual dividáis las tareas por semana. Si te callas, claro, explotarás, y la cosa se pondrá fea. Hay que hablarlo, no te queda otra. Escribe y aprende frases amables para agradecerles, y luego expresando tus deseos. Seguro que tus suegros están super agradecidos y ‘ayudarte’ es, para ellos, la única manera de expresar su gratitud. No sé de dónde son, pero si son del este, este es su manera de operar y, en sus ojos, se comportan como suegros ejemplares. O sea, es importante que mides tus palabras para no herirles innecesariamente. Fácil no es, pero seguir callándote no me parece una opción. También puedes valorar hablar primero con tu marido. Animo. Un fuerte abrazo.
Puff más de un mes llevan mis cuñados, son extranjeros, no hablamos el mismo idioma, a eso le añades q mi marido trabaja y yo soy la que está en casa con ellos, me ayudan bastante con la comida y las tareas, tanto que me irrita que mi cuñada ande haciendo de más, colocándome armarios de la cocina, la despensa, poniendo lavadoras medio vacías, fregando cacharros en lugar de poner el lavavajillas, me pone mala, y yo me siento mal, por pensar así, pero es que ahora mismo me siento el último mono en mi propia casa, para colmo les dejé mi habitación, gran error, estoy hasta el potorro la verdad, no veo el momento de q se vayan, y encima mi marido dice q les voy a echar de menos, tan mal estoy q me he puesto enferma del estómago y creo q son los nervios, no sé cómo gestionarlo, mi marido no me entiende y ellos están tan bien aquí…. Estoy por darles las llaves e irme yo, jajaja, me tomo un rato por las mañanas para mi, salgo con los perros, etc, pero aún así tengo una frustración del copón, SOS salto a la mínima, y estoy todo el rato con el miedo a explotar, soy un vaso a rebosar, nunca había estado así, tan agusto y a disgusto, puff
Hola no tengo PAS, o eso creo. Pero me pasa mucho que el hijo de mi pareja de 22 años trabaja cerca de mi casa y semanalmente se ha quedado como 5 días. Su casa no es tan lejos y me molesta mucho que se quede a dormir, me agobia, lo hable con mi esposo que no se quede tantos días que sean solo en ocasiones importante o estrictamente necesaria. Pero el me dice egoísta. Yo necesito mi espacio. Estoy actuando mal?
Hola Dane, gracias por tu mensaje. Nadie puede ‘tener PAS’, ya que PAS significa Persona con Alta Sensibilidad. O sea, alguien tiene (nace con) el rasgo de la alta sensibilidad, o no. Pero en cualquier caso, si eres PAS o no, creo que el hijo de tu pareja se está pasando, y tu pareja igual. Claro que necesitas tu espacio. La casa es tuya por un 50%, entiendo yo. O sea, tu voto vale lo mismo. Puedes decir esto, que la casa también es tuya y te necesitas sentir bien y libre en tu propia casa. Si no lo pueden aceptar, igual les dices que entre semana te irás a vivir en otro lugar porque la situación tal como se presenta, es inaceptable para ti. Te aconsejo decirles lo que sí sería aceptable… 2 noches a la semana, 3? Mucho ánimo. Un saludo.
Hola! Muchas gracias por el post, toda mi vida me he sentido fatal por no querer visitas en mi casa. Desde niña iban mis primos a mi casa y me dañaban todas mis cosas o se burlaban de mi, y una de mis tías usaba mi ropa sin mi autorización. Lo hablaba con mi madre y siempre terminaba sintiéndome mal conmigo misma. Ahora que me fui de casa la situación no es muy distinta, la familia de mi esposo vive en un pueblo lejos y usa mi casa para venir a la ciudad a hacer diligencias. Nunca sé cuántos vienen ni cuánto tiempo van a quedarse. Hemos llegado a estar 10 personas en un apartamento muy pequeño. El hermano de mi pareja tiene dos niños pequeños y no ayudan con el orden del lugar. También he intentado hablar con mi esposo y me dice que no sea mala persona, que los deje que no es una situación permanente. Pero cada vez que vienen yo me siento más ansiosa y aislada de mi lugar. No sé cómo abordar la situación de forma efectiva.
Hola Estefanía, vaya agobio. Te entiendo perfectamente. Puedes decirle a tu marido que no es cuestión de ser mala persona o no (si está casado contigo sabrá que no eres mala persona) pero que el espacio en que vivís, que por 50% es tuyo, no aguanta tanta gente. Más de ser una cuestión de ser buena o mala persona, es cuestión de límites. Podrías intentar llegar a un pacto: un máximo de personas durante un máximo de tiempo. Así no dices que no, pero puedes hacer visible tus límites. Y también le puedes enseñar el articulo. Te mando mucho ánimo. Un abrazo.
Hola! La verdad es que me siento molesta continuamente con la gente que viene a mi casa, pienso que no tienen tacto y no piensan en las personas que vivimos en casa. Resulta que tengo a mi hijo recién diagnosticado de diabetes tipo 1 y es muy pequeño aún, y mi miedo es que, en la época en la que estamos coja una gripe o algún virus que se le complique. Lo estamos pasando muy mal y yo no dejo de recibir visitas de gente, que vienen incluso muy resfriados y tosiendo. Me gusta tenerlo todo limpio y recogido y cada vez que vienen se me junta todo y me pongo muy nerviosa. La verdad es que estoy pensando en mudarme donde no me conozca nadie… no me apetece que vengan a mi casa a sentarse mientras yo tengo que estar pendiente de su conversación, de ofrecerles algo de beber, y además de tener a mi hijo controlado por su enfermedad y por su corta edad. Parezco un ogro e intento que no se me note pero se me acaban las fuerzas.
Hola Nat! Podrías introducir un horario para las visitas? No tienes porque tener la puerta abierta 24/7. Si siempre lo hayas permitido, la ‘culpa’ no es de los demás, pero será que habías sido demasiada ‘permisiva’. Te va a costar mantener la puerta cerrada, y a la gente les va a costar que hayas cambiado, pero es lo que hay. Pon una nota en la puerta: ‘Necesitamos descansar, Gracias’. Los verdaderos amigos te entenderán, los demás que iban por ser atendidos y servidos, buscarán otra casa para ir. Ánimo. Un abrazo.
Buenas tardes, vengo a comentar porque estoy justo del otro lado del asunto.
Hace 3 años nos hemos mudado con mi mujer a su ciudad, que queda muy lejos de la mía. Desde entonces sólo hemos visto y vinieron a casa a sus parientes y amigas, salvo una vez que vino a visitar mi hermano con su novia (y mi hermano no le cae bien). Esa visita le vino muy mal, porque vinieron con muy poco aviso, sin embargo vinieron una noche, durmieron y a la mañana siguiente se fueron, no hubo discusión ni malos comentarios, nada. Por otro lado ella me tira la bronca por eso desde hace año y medio.
Ella dice que la casa es una especie de «santuario» para ella, y que nadie que ella no quiera tiene que entrar. El problema es que no quiere a mi familia ni amigos, eso descarta a todos de mi lado. Aclaro que no son delincuentes ni ofensivos, nunca hubo una pelea entre ellos y mi mujer.
Esta mañana le pregunté si el mes que viene pueden venir los dos amigos que nos ayudaron a hacer la mudanza y se puso furiosa «que se vayan a un hotel! acá nadie entra!». No veo manera de encararla en este tema sin que arranque un ataque de furia, y la soledad me está carcomiendo. Veo a mi familia y amigos alrededor de una vez al año y ya no puedo más.
Hoy tengo que terminar unas cosas y he resuelto que mañana salgo de viaje a ver a mi familia y amigos, y no le voy a avisar hasta último momento. Me voy por tiempo indeterminado, 1, 2 semanas, no sé.
Me duele mucho esto y me duele más porque ella está embarazada de 4 meses, presiento que vamos a tener un hijo estando separados.
Hola JJ, Vaya, lo siento. No pinta nada bien esta situación, por lo que parece. Evidente tampoco es eso, ¿no? Es importante que la gente aprenda poner límites, pero viviendo en pareja y compartiendo casa siempre conviene encontrar un punto medio. Entiendo tu frustración ya que no parece nada justo el comportamiento de tu mujer. La casa es tanto tuya como suya. O bien llegáis a hablarlo para llegar a un acuerdo, o bien me temo que no hay nada que hacer. Te deseo todo lo mejor.
Un saludo para todas. Me gustan tan poco las visitas de cortesía y sobre todo que te den una sorpresa y aparezcan que yo lo que les preguntaría a algunas ( pero claro no es correcto) cuanto tiempo se van a quedar. Estos meses he padecido coccigodinia y no podía estar sentada, así que mientras estuvieron aquí me senté y me levanté muchísimas veces pero estuvieron tres horas. A la próxima visita empecé comunicándonos que la visita por mi estado de salud debía ser breve.
Vaya, María del Carmen, a la gente insensible hay que ponerles límites. Y la salud va por delante de todo. Estoy totalmente de acuerdo con lo que dices y espero que te mejores pronto, ya que me imagino que esto debe doler bastante. Un abrazo.
Dios creo que cometí demasiado errores, actualmente estoy recibiendo por 2 semanas a los sobrinos de mi pareja, y el cambio mucho, digamos que suele ser un osito cariñosito y ahora ni un beso es capaz de darme frente a ellos, y ellos estuvieron 1 semana sin limpiar, su cuarto tenia un olor horrible y viendo la tv demasiado alto cuando yo trabajaba en el segundo piso, además de tener que atenderlos pues al ser profesora de u llego antes a casa, aunque trabajo el resto desde casa, finalmente perdi la paciencia y le dije todo lo que molestaba a mi pareja y ahora estamos enojados mutuamente, mientras yo no dejo de sentir cada vez más rabia hacia su familia.
Ay mujer, lo siento. Igual ahora, después de haber leído el artículo, te entiendes mejor y puedes ver que lo tuyo es totalmente entendible (mientras que no eres consciente de esos mecanismos PAS) aunque evitable. Te entiendo con esa rabia hacia su familia, te entiendo perfectamente, pero esos críos no tienen ‘culpa’ sin no hay límites y/o reglas. La próxima vez que te toca recibir familia en casa (la suya o la tuya) habla con tu pareja, explícale tu necesitad de poner límites y que él te ayude respectarlos. Ánimo! Un abrazo.
Hola, aquí otra PAS. Me siento identificada con absolutamente todo. Nos gusta nuestro espacio, el orden y tenerlo todo bajo control pero no siempre es así. Pronto tengo visita, la hermana de mi novio, en casa y aunque queda un mes para que venga ya estoy hiperventilando y con la ansiedad cogida de mi mano. No será la primera vez y por ese motivo se me acentúa más todo lo malo. La última vez que vino luego supe que iba diciendo lo incómoda que estuvo (totalmente incierto) cuando se le abrieron todas las puertas de mi casa y no se le pidió nada a cambio pero por lo visto estaba amargada…que si tan mal estaba hay hoteles encantados de recibirte, reina. Pues así están las cosas, vamos a intentar asimilar…
Gracias a cada uno de los comentarios me siento muy identificada, creí que era la única que me pasaba esto. También llegué a pensar que era un mal ser humano. Pero veo que en muchas ocasiones busco alejarme o un refugio de mi propia casa, la misma casa que tenía como mi refugio ahora es un lugar desconocido.
Muchísimas gracias por este post!! Cada vez que recibo visita en mi casa me genera mucha ansiedad (cuento los días que quedan para que se vayan). Esto me pasa desde pequeña y siempre he pensado que no soy una persona normal. Mi pareja es todo lo contrario, él siempre le ofrece a todo el mundo quedarse. Ahora tenemos una visita que iba a estar una semana (y yo ya estaba gestionando cuanto le quedaba), pero ahora resulta que se va a quedar más tiempo y eso me ha hecho ponerme de mal humor y echarme a llorar cuando estoy sola.
Estoy deseando inventarme una excusa para irme unos días!! Me siento aliviada de ver que hay más gente a la que le pasa
Hola Elena,
Gracias por tu feedback. Vaya, no sabes cómo te entiendo; me parece una situación desesperante. Creo que no te queda otra que tener una muy seria conversación con tu marido para llegar a un entendimiento en relación con este tema. Hay que buscar una solución que sea aceptable para los dos ya que la casa es de los dos y ambos tendréis que poder estar a gusto. Podrías pensar en establecer fechas límites/número de días para una visita y deben ser decisiones no-negociables. Tienes que explicarle a tu marido por qué es necesario para ti tener claridad en este sentido. Tu, por tu parte, entiendes que él le encanta tener gente en casa, pero él tendría que entender que esto a ti te agobia ya que tu casa es tu santuario en un mundo que te supera y, para desestresar, necesitas poder estar tranquila y a solas, sin tener que cuidar de visitas. Y, cómo no, a la visita también conviene hacerle saber las reglas de la casa, ¿no crees? De buena manera, educadamente, pero reglas hay. Te mando mucho ánimo!
Gracias por este post! Me siento TAN identificada. La verdad es que me he encontrado con este post porque mi suegra se ha venido unos dias indefinidos a casa y estoy con fuertes sintomas de ansiedad (ayer estube 2 horas en la calle llorando sola, porque no quieria que mi suegra me viera) Al principio dijo que se quedaba solo una noche, pero ya pronto sera una semana y no sabemos cuando se ira (esta pasando unos momentos delicados). Vivimos en un piso pequeño y, encima, en menos de la una semana mi novio y yo viajamos 3 semanas (lo menciono porque en una situacion normal estaria estressada). Me siento TAN culpable y egoista por sentirme asi…. Lo hable con mi novio y el me ha dicho que necesitamos acogerla hasta cuando ella lo necesite y eso me estresa tanto, no saber cuanto tiempo estara…. He decido que hablare con ella para preguntarle cual es el plan, porque la situacion indefinida me esta causando mucha ansiedad!!!
Ay, Gloria, chica, me agobio hasta yo al leerte! Es insoportable, ¿verdad? Madre mía, qué difícil, por favor. Entiendo que tu novio la defienda, al final es su madre, pero tu, como supuesta mujer de su vida y co-inquilina, también tendrías que tener voz en el asunto. Habrá que buscar soluciones, poner límites y clarificar el tema. Te deseo mucho ánimo y fuerza interior; la situación no es fácil. Un fuerte abrazo.
Hola. Les comparto mi historia. Mi pareja forma parte de una banda musical y siempre que vienen sus amigos a ensayar (son 3) generalmente no traen comida. Uno de ellos se queda a dormir, una vez se quedó dos días, casi tres y empecé a sentir desazón por esto. Juega play en casa, duerme en el sofá y realmente me enferma saber que ni siquiera trabaja para comprar pagar su parte de la pizza. Los amigos traen un par de cervezas cuando vienen y me enfada que mi pareja sea tan generoso con todos, como si fuesen personas sin un peso en el bolsillo. Agradezco consejos.
Hola Karen,
Entiendo tu frustración, no son tus amigos. Pero, ¿y si fueron tuyos y no de tu marido? Es un tema delicado, ¿verdad? En mi blog puedes buscar ‘limites’, poniendo el término en el buscador. Ahora, yo si tu hablaría con mi marido. Se trata de buscar una solución que satisface a los dos. Los amigos son suyos, pero el sofá es de los dos, igual la comida (o el dinero de comprarla). Estando en pareja, cada una de las partes tiene ‘derecho’ a invitar a sus amigos, pero abusar de la amistad es otra cosa. Te conformarías con una noche y que los amigos os invitarían a comer fuera, partiendo costes? No sé, es una solución, pero seguramente podrás pensar otras. Sé diplomática, y utiliza tu capacidad empática para hacer ver a tu marido que tus límites son tan real como su afán de ser anfitrión. ¡Mucho ánimo!
Hola, me pasa que tengo un departamento pequeño vivo feliz con mi mamá y mis 2 mascotas, el único problema es que mi mamá es demasiado buena y acogedora y tenemos muchísima familia lejos de la capital que abusando de la confianza de mi mamá vienen dizque a visitarnos y poco a poco ya se acostumbran a llegar y quedarse por días…. a mi me molesta porque son visitas ociosas, que no aportan por la comida, se tiran en mis muebles como si fueran suyos, me implican gastos y sobre todo me incomodan en la tranquilidad de mi hogar… Cómo decirles que no los quiero en mi casa sin que suene mal.
Hola! Vaya, yo también me sentiría muy mal con esta situación. Yo creo que deberías de hablar con tu mamá, explicándote como te sientes. Creo que lo podrías abordar de la siguiente manera: No tienes un problema con las visitas en si, y entiendes que a tu mamá le gusta mucho recibir a esa gente. Luego explicas lo de los costes y el hecho de que ocupan tus muebles. Procedes en explicar en que ella y tu compartimos un espacio reducido en el cual las dos queréis sentiros bien, a gusto y ‘en casita’. Le preguntarás si ella tendría algo en contra de que ella diga a sus invitados que pueden estar un máximo de 3 días (o la cantidad que te vaya bien), y si tu mamá lo ve difícil, le pides si te dejaría negociar con los invitados, para que tu les pongas las reglas de la casa… Algo por el estilo. Espero que esto te ayuda. Un abrazo y ánimo.
Hola Karina. Gracias por tu post, hace ya unos añitos que sé que soy PAS y que te leo pero no me decidía a comentar, ahora he visto este post y me he sentido muy identificada, la verdad es que odio las visitas y no porque sea antisocial, todo lo contrario, me encanta quedar con gente, en restaurantes, cafeterías etc. pero lo que no quiero es hacer yo de anfitriona, me abruma muchísimo, de hecho, intento no visitar mucho a la gente en sus casas porque no quiero abusar de la hospitalidad de mis amigos ya que yo no les invito mucho a mi casa. Cuando tengo que organizar una comida con familiares tengo que tener la casa impoluta y súper ordenada, me como muchísimo la cabeza con el menú y luego aunque durante la visita las cosas suelen salirme bien porque las preparo mucho, yo estoy muy tensa todo el rato, no tengo un trato natural con los invitados y ellos lo notan, notan que en el fondo no quiero que estén en mi casa, al final de la visita siempre me siento culpable por reaccionar así, así que intento evitar las visitas, puede sonar triste pero es así. Cuando mi madre se queda en casa, por ejemplo, siempre acabamos discutiendo porque ella no entiende que yo necesite un orden y unas rutinas, de hecho tampoco entiende que sea PAS, se lo he explicado pero no lo alcanza a comprender, y lo curioso es que creo que he heredado el rasgo de ella, pero piensa que tengo manías tontas.
Cuando vino a mi boda, se quedó unos días en mi casa y fué horrible, las 2 lo pasamos fatal, yo estaba muy estresada con los preparativos de última hora y tenerla a ella en casa me estresaba más, al final nos peleamos y estuvimos medio enfadadas, imaginaos lo que es enfadarte con tu madre en ese momento tan especial, el caso es que aunque sabía que en eses días era muy importante mantener la calma para que todos estuviesemos contentos no lo conseguí, nunca lo consigo cuando tengo un evento importante que me estresa, al final siempre acabo haciendo sentir mal a las personas que tengo más cerca.
Hola Maria,
Gracias por tu feedback. Vaya, te leo y noto el estrés. Y lo que cuentas de tu boda. lo siento mucho. Sí, esos momentos, que nos ‘pintan’ como lo mejor de tu vida y como momento de máxima felicidad, para muchas PAS acaba en pesadilla. Espero de corazón que hayas podido hacer las paces con tu madre. Un abrazo.
Me parece muy buen consejo. En lo personal, lo ideal es darle a la visita su propio espacio y delimitar el mio. Más que todo yo les hablo claro; les digo que necesito tiempo a solas y por eso me veran un poco apartada a veces, de no contar con ese espacio me pongo auriculares y me encierro en mi mundo en internet o leo o escribo. En cuanto a los niños la estrategia que tengo es jugar con ellos, me parece más productivo que quejarme de sus presencias; coloreamos, moldeamos plastilina, etc… al final me siento mucho màs feliz viendo como se divierten y viendo como yo me relajo mucho haciendo esas actividades.
Gracias, Vanessa, por comentar y compartir tu experiencia. Un abrazo.
He leído el artículo y en teoría está muy bien, pero sé que si yo lo llevo a la práctica no resultará. Mis familiares y amigos no entenderían que me tomara tanto tiempo para mí, ni que pusiera tantas normas para «cuatro» días que vienen a visitarme. Todo serían críticas y malas caras, creo que no volverían y además me demostrarían que se iban disgustados.
Hola Ana, gracias por tu feedback. ¿A lo mejor es una idea empezar ‘suave’? ¿Una cosita o dos a la vez en lugar del ‘paquete entero’? Y, ¿sabes? no hace falta que lo entiendan; si es tu casa, tu mandas. ¿Criticas y malas caras? ¿En serio? ¿No crees que están abusando un poco de tu hospitalidad? Si te quieren por quien eres, la mala cara (= chantaje emocional) no durará mucho y lo aceptarán. Te mando mucho ánimo. Un abrazo.
Hola he visto tu artículo y a mi lo que me pasa es que mi cabeza no para de pensar día y noche…esto me agobia muchísimo. En muchas ocasiones creo que voy a reventar. Quisiera controlar esto y no se como hacerlo
Hola Marisol,
Gracias por tu reacción. En primer lugar es posible que tu nivel de estrés aumenta la velocidad y el número de pensamientos que pasan por tu cabeza. Suelen ser pensamientos asociativos, pensamientos que parecen llevar vida propia. La belleza del ser humano es que puede pensar sobre su propio pensar, dicho de otra manera, puede poner su atención en lo que piensa y, por ende dirigir conscientemente el hilo de los pensamientos. Ahora sí, esto requiere práctica, no es algo que puedes hacer sí o sí, o al menos no durante más tiempo. Puedes investigar on line, hay libros y textos que ofrecen ejercicios. Te lo aconsejo. Esto, y observar tus niveles de estrés. Un abrazo.
Hola. Mira yo siempre fui muy propensa a esperar la aprobacion de los demas o de esperar que los otros me acepten. Muchas veces en casa he recibido amigos o familia y realmente me he sentido horrible, fuera de lugar e impaciente para que termine la visita. Nunca me habia preguntado si eso estaba bien, o era normal, pero siempre vivia a los saltos hasta que se iban. Y la verdad disfrutar eran algunos momentos cuando se tranquilizaban y charlabamos. pero entendia que era mi problema, mi forma de ser y ellos no tenian nada que ver. Hoy viendo que existe esta forma de estudiar y conocer esas sensaciones de otra manera me siento aliviada, pero igualmente el concepto de lo correcto inculcado desde mi niñez donde fui una niña muy timida y sujeta a toda orden para manterla hasta ahora como una ley inmutable no se va. Y me cuesta mucho pedir tiempo para mi, pedir espacio para mi, pedir algo solo para mi. Y sufro horrores estas visitas y todo lo que tiene que ver con gente, bulllicio, muchedumbre, gritos, musica alta, y la forma que encontraba era irme o gritar, pelear, mostrarme disgustada, etc, hoy algo cambio, no doy importancia y busco mi lugar, no importa lo que los demas esten haciendo yo busco mi lugar. mi espacio. y muchos me preguntan que me pasa.
Karina, a mí me estresa cuando voy a casa de mi familia política, como es algo lejos y cerca de la playa nos quedamos a dormir. Tengo 2 niños. El tema es que los hermanos de mi esposo también van con sus familias y algunos bebes y para mí el compartir con otros es atroz. Además que duermo muy pero muy mal. Mi esposo dice que debo hacerlo por él, pero no es que no quiera hacer el esfuerzo, es que el solo pensarlo me abruma enormemente.
Muy cierto lo que dices Karina, hay que hablar claro al principio para que la gente que nos rodea sepa lo que necesitamos. para mi lo complicado es decirlo suavemente y con una sonrisa…creo que se me nota la tensión que me produce comunicar mis necesidades y pienso que se debe a que me siento culpable todavía (llevo poco tiempo sabiendo que soy Pas! En cuanto a los viajes, me pasa lo mismo que a vosotros. Me estreso antes de salir, pero, he de reconocer que después de «sufrir» por la salida, que el salir de mi entorno me enriquece la vida y ayuda a comprender que el mundo es muy diverso y nos queda mucho por aprender. El romper con la rutina también me ayuda mucho a desconectar. También es verdad que mi marido no es Pas y es muy viajero, creo que si no fuese por el me quedaría en casa con mi gata… pero le agradezco el «empujoncito»…¡Vale la pena!
Saludos para tod@s.
este sabado , unos amigos me invitaron a psar una jornada en su casa de campo con otros amig@s, yo estoy temblando ante este evento y lo que es peor como esta a 150 km de mi lugar de residencia me han pedido que me vaya con otros donde la mujer no para de de hablar para no decir nada sin escuchar y me agobia , hace poco tuve una reunion dfamiliar con prim@s estuve temiendo tener que ir porque eran 12 horas . me encanta estar solo, me encanta disfrutar sin nadie alrededor , y me dicen que soy raro no lo soy soy pas
Completamente de acuerdo.
Mila me alegro un montón.
Disfruta mucho tus vacaciones 😉
Un abrazo,
Cris
Cris
Sí, me ayuda tu consejo. Muchas gracias.
Es cierto eso que dices de que cuando llega septiembre se siente que aún queda mucho para las nuevas vacaciones y crea desánimo.
Voy a ver si repito un lugar que conozco y me aporte buen rollo como dices. Conocerlo de antemano, ya me aporta sosiego.
Saludos,
Mila
Hola Anónimo,
La situación que planteas me pasó a mí exactamente el año pasado en mis vacaciones, decidí quedarme en casa por que estaba muy bien y descansando, pero cuando llegó Septiembre no me podía creer que aún faltasen 365 para las nuevas vacaciones.
Por eso este año he decidido hacerlo de otra forma. Recientemente descubrí que era PAS y todo lo que esto conllevaba y estaba afectando en mi vida. Es por ello que día a día voy aprendiendo más, y con respecto al tema de las vacaciones y el estrés que nos llega a producir yo este año me he planteado que puesto que necesito tiempo para mí pero también para desconectar y que la vuelta al trabajo no sea tanto suplicio y genere aún más estrés, dividir el tiempo de las vacaciones en tiempo para mí y tiempo para desconectar. Empezando los primeros días de vacaciones sin hacer absolutamente nada, y pasados unos días iré a pasar unos días fuera a algún sitio que ya conozco pero que a la vez me apetece repetir por el buen rollo que me aporta, volviendo días antes de volver al trabajo para poder encontrarme nuevamente tranquila y relajada antes de comenzar con la rutina del año.
Espero que te ayude mi consejo.
Saludos
Cris
No quiero a a ningún invitado en mi casa, al menos que sea una PAS!!!
Hola Karina y hola a tod@s
Muy interesante y oportuno este artículo, ahora en época veraniega.
En verano suelo sufrir muchísimo porque se supone que hay que salir, viajar…y esto me estresa enormemente ¡sólo de pensarlo!.
Todos los años es lo mismo, miro mil sitios , sueño y planeo..pero a la hora de la verdad , no veo más que pegas, todo me agobia o me da miedo. Miedo a los aeropuertos y estaciones por los atentados, a que me pierdan las maletas, a las aglomeraciones…Miedo a estar más incómoda que en mi propia casa y pensar ¿para qué me habré gastado el dinero en este viaje, con lo bien que estoy yo en mi casa?…Porque da la maldita casualidad que los lugares donde miro y donde más me gustaría estar-por suponer que voy a estar mejor que en mi casa-, están mal comunicados en transporte público y eso supone tener que hacer transbordos hasta llegar allí: avión + tren o bus..a la ida y a la vuelta… Por experiencia de viajes que he hecho, al segundo día de viaje ya suelo tener ganas de regresar a casa, por cansancio.
Total, que al final, no me decido por nada y me quedo en casa. Siento un enorme descanso interior cuando decido quedarme en casa y al mismo tiempo una gran frustración, pero descanso.
Lo malo es que llega septiembre, la vuelta al trabajo y siento que no he desconectado lo suficiente por mucho que haya descansado en mi propio domicilio en la ciudad.
En fín, que no sé que es más difícil, lo de manejarse siendo anfitrión o esto que me pasa a mí cada verano.
Agradecería comentarios.
Saludos,
Mila