En este artículo miramos la sexta pregunta de la encuesta creada por la holandesa Esther Bergsma y adaptada al mundo hispanohablante por la APASE, la asociación de personas con alta sensibilidad de España. La pregunta era: Ante situaciones nuevas: ¿cuáles de las siguientes formas de sensibilidad por nuevos estímulos percibe, o ha visto en su hijo?
Sabemos, por las investigaciones de la doctora Elaine Aron, pero también por otros como, por ejemplo, el Dr. Steve Suomi y sus macacos y las investigaciones sobre el comportamiento de las percas sol, que una característica importante del rasgo de la alta sensibilidad es la de dedicar un espacio de tiempo para registrar toda la información que aporta una nueva situación y gestionarla, y también para sopesar y valorar los posibles riesgos e implicaciones en un contexto más amplio que esta conlleva; solamente entonces, cuando la PAS haya reunido todos los datos, se sentirá preparada para entregarse a una situación – o no. Este sopesar y calcular los riesgos, al que Elaine Aron ha dado el nombre de ‘sistema de pause & check’ (parar y evaluar), se manifiesta tanto en las PAS introvertidas como en las extrovertidas, aunque no suele funcionar de la misma manera en las unas y en las otras. Las introvertidas suelen necesitar más tiempo en el momento mismo, o sea, al verse confrontadas con la situación que requiere ser valorada, mientras que las PAS extrovertidas, cuyo tiempo de ‘parar y evaluar’ antes de lanzarse generalmente es más reducido, suelen haber hecho los deberes de antemano, habiendo dedicado tiempo investigando (valorando) para estar preparadas en el momento en que toca tomar la decisión. En este sentido puede pasar que las extrovertidas parecen ser más impulsivas, aunque en realidad no lo son y vienen, digamos, con el trabajo hecho. O sea, el modus operandi de cada grupo es un poco diferente, pero ambos toman su tiempo para sopesar y evaluar las consecuencias y posibles riesgos de sus actos.
Cada situación nueva conlleva información nueva que necesita ser gestionada e integrada. Un 76,2% de los educadores ha observado que sus hijas e hijos, antes de tomar una decisión, necesitan su tiempo para recibir, ordenar y sopesar los estímulos nuevos. Las PAS, como hemos visto, no se lanzan impulsivamente, o sea, según la encuesta más de tres cuartos de los niños PAS demuestran esta característica de ‘pause & check’, y parece ser que incluso una pequeña parte de los extrovertidos dudan un poco antes de tirarse a la piscina. (Salimos de la premisa de que un 70% de las PAS es introvertido, teniendo el restante 30% un temperamento más bien extrovertido).
Una tercera parte de los niños (66%) en nuestra investigación se muestra afectada por cambios importantes en su vida, y un porcentaje similar y demuestra reacciones intensas ante actividades o acontecimientos puntuales que requieren la asimilación de mucha información nueva a la vez. Ejemplos típicos son una mudanza, un cambio de colegio, el divorcio o la separación de los padres, una muerte en la familia, pero también temas aparentemente más ‘light’, como puede ser una excursión de colegio, un evento deportivo, el rechazo de una amiga o un amiguito, una visita en casa… vamos, cualquier acontecimiento que no forma parte de la rutina establecida, puede provocar intensas reacciones emocionales en nuestro o nuestra peque. Reacciones emocionales que pueden ser expresadas como rabietas, la negación de comer, llanto, mear en la cama, dolor de barriga o de cabeza, fiebre, retirarse y volverse calladito o justamente lo contrario, demostrar una actividad extrema y no habitual. Te puede parecer una reacción exagerada, pero para el niño es real y su malestar no es teatro. Es importante darte cuenta de la sensibilidad de cara a cambios externos de tu hija o hijo, y prepararle con cariño y con tiempo a lo que va a pasar para evitarle sorpresas. Y si notas cambios en el comportamiento de tu niña o niño, antes de llamarle la atención o tacharle de ‘exagerada’ o ‘histérico’ y decirle que ‘no es para tanto’, pregúntate si se trata de una reacción a algo que le ha pasado y que no ha podido gestionar bien a nivel interior.
Otro tema con ‘puntuación alta’ es aquel de ‘asustarse con facilidad de acontecimientos inesperados’. Más de la mitad de los niños con alta sensibilidad se asusta por lo inesperado (59,3%), y entiendo que aquí también nos referimos a sobresaltarse a causa de, por ejemplo, un globo que explota, un portazo o un frenazo de un coche. El descontrol emocional que genera el susto o el sobresalto generalmente se exterioriza en forma de llanto. Cuánto más estresado esté nuestro niño, más intensa será su reacción. Si eres padre o madre PAS del niño que acaba de reaccionar de esta manera, tu a lo mejor también te habrás asustado. En este caso te puede ser difícil reaccionar adecuadamente y con la empatía necesaria. Recuerdo bastantes veces en que yo, madre PAS con dos hijos PAS, en lugar de acogerles y hacerles entender que entendía su susto, me puse a gritarles sin más. Por aquel entonces todavía no conocía el rasgo y mis gritos eran más bien el resultado de mi propio susto. Tú, que lees esto, tienes la ventaja de poder entenderte y de poder entender a tu niña o a tu niño.
Me imagino que eres familiar con los famosos ‘cuatro pilares’ del rasgo. El cuarto pilar, la ‘S’, representa la sensibilidad sensorial y especialmente de cara a sutilezas. En nuestra encuesta el porcentaje de niños que demuestra sensibilidad a los detalles como los cambios físicos en una persona como, por ejemplo, un corte de pelo o un cambio de color del mismo, no sentirse bien, estar cansado, etcétera (56,9%) o los cambios en interiores (41,7%) puede parecer más bien bajo, pero esto es porque los niños más pequeños que también participaron en esta encuesta, todavía no tienen la capacidad de expresar lo que ven y de remarcar sobre ello, o sea, los padres no tienen constancia de lo que ellos van percibiendo – esto, sin embargo, no quiere decir que no están registrando cambios de este tipo; nuestros pequeños PAS perciben muchísimo más de lo que pensamos.
En el próximo artículo veremos la pregunta que trata sobre las situaciones sociales y la gran cantidad de estímulos sensoriales y emocionales que éstas pueden generar, y que tienen un efecto sobre el comportamiento del pequeño PAS.
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Foto: Caleb Woods on Unsplash
4 comentarios
Noto que mi hijo de 3 años 8 meses es PAS como sus padres. El reacciona mal a los cambios y nuevos acontecimientos; de este modo, no he podido lograr que deje el pañal, cualquier intento y formas le angustian demasiado (llora mucho). Hemos probado de todo y creo que las palabras funcionan aún menos. Podría darnos algún consejo. Dra. Karina, gracias por disponer y ofrecer esta información al mundo. Somos muchos PAS.
Hola Azucena, gracias por tu mensaje. Entiendo que te preocupa, especialmente cuando ves que otros niños de su edad ya no llevan pañal. En primer lugar te diría, no compares. Estoy de acuerdo que palabras/presionar no funcionan, especialmente porque el niño lo puede percibir como que ‘no es bueno’… Confía en que el mismo también se dará cuenta de que otros ya saben ir al baño. Lo siento, no tengo un consejo útil, aparte de quizás decirte que es mejor no preocuparse (los niños PAS son conscientes de las preocupaciones de sus padres). Ahora, si puedes, igual es una idea consultar el pediatra. Te mando mucho ánimo. Un abrazo.
Necesito orientación. Mi pequeña PAS de 5 años, ha pasado por varias experiencias sociales, en las que no he sabido ayudarla, que le han marcado mucho. Los cambios con las amigas, desplantes, o rechazos le son tremendamente dolorosos y van a mas. Como puedo ayudarla??
Muchísimas gracias
Estimada Ana,
Muchas gracias por tu mensaje. Me llega el dolor tuyo y de tu pequeña. El mundo es duro, y ya lo es a esa edad tan tierna cuando todavía tendría que reinar la bondad, ¿verdad? Nuestros pequeños PAS tienen que madurar antes de tiempo. Lo triste, como mamá, es que no podemos protegerlos peques ante estas situaciones. Lo que nos queda es acogerlos y amarlos, consolarlos y hacerles ver que tal como ellos son, son buenos, ser sensible es muy bueno, ser diferente también es bueno hasta necesario. Pero no todos los niños (¡y adultos!) entienden esto. No por ello tendrá que cambiar o pretender ser más fuerte, ya que ser bueno ya es ser fuerte, y ser PAS es ser muy fuerte.
Si partimos de la premisa de que uno de cada cinco niños es PAS, en su grupo tendrá que haber otros niños con el rasgo de la alta sensibilidad o, por lo menos, otros niños que destacan por no ser ‘del molde’. Cómo madre igual podrías hacer algo para ayudar a fomentar amistades entre tu hija o otra niña o niño. Invitarle a casa para jugar, llevarlo de excusión…También puede ser una idea buscar otros ambientes donde puede conocer a otros niños con quienes puede amistarse, no sé, una escuela de música, escuela de dibujo.
Lo importante sin embargo es transmitirle el mensaje que ella está bien como es, no le aconsejes ser como otros niños (no PAS) o defenderse de mala manera. La autoeestima radica en como ella se siente por dentro, y esto conviene apoyarlo y animarlo. Te aconsejo el libro de la Dra Elaine Aron, El don de la alta sensibilidad en la infancia.
Un abrazo de los buenos para las dos.