La Vuelta al Cole

 

El verano se nos está acabando. Para unos motivo para estar triste y añorar los días de playa, para otros un alivio. El verano puede aportar la alegría de reuniones familiares y con amigos, viajes, nuevas experiencias, tiempo para pintar, hacer u escuchar música, leer… Pero también hay los que sufren el calor, el agobio de los ritmos cambiados – sobre todos cuando tenemos que trabajar en esta época del año mientras que los niños están de vacaciones y casi continuamente hay que buscar soluciones…
Os quiero hablar un poco de estos niños, pero creo que el texto también puede aportar algo a los que ya no sois tan niños y vosotros que no tenéis niños. Al fin y al cabo, la vida está llena de situaciones nuevas que nos dan un poco de miedo. Veréis…
Las PAS solemos tener dificultades con los cambios, y más todavía si son cambios con incógnitas y posibles sorpresas. Uno de los cambios de este tipo es la ‘vuelta al cole’, pero podemos tranquilamente decir que uno de los cambios más significativos con multitudes de posibles sorpresas y incógnitas es cuando el niño va por primera vez en su vida al colegio. A todos no ha tocado. ¿Os recordéis? ¿Las emociones? ¿La excitación y la emoción de esa gran aventura, la entrada en el mundo ‘de los grandes’? Pero a la medida que ese gran día se acercaba, empezaron los incertidumbres, los miedos, la inseguridad, las preguntas vagas y desconcertantes. No sabíamos lo que nos esperaba y la incógnita iba apoderándose del cuerpo y alma en forma dolores de barriga, nerviosismo y cambios en el comportamiento. Nadie entendía de verdad que nos pasaba, y eso lo hacía peor. “No tengas miedo.” “Todos tenemos que pasar por eso.” Y claro, eso no resuelve nada para el pobre niño, que, en la mayoría de los casos, ni siquiera es capaz de expresar que le pasa.
¿Qué podríamos hacer para ayudarle? Para empezar tratar sus miedos como una realidad. No podemos juzgar los sentimientos de los otros. Los sentimientos de cada uno son su realidad. Son las gafas a través de las cuales él u ella observa y vive su mundo. Sabiendo eso, intentamos de mirar a través de sus gafas, pero ayudándole con lo que nosotros ya sabemos desde todo lo que la vida nos ha enseñado ya. O sea, intentemos de prepararle lo mejor que podamos, y con suficiente tiempo. Procuraremos darle un ‘tour’ por su nuevo colegio, presentarle de antemano a su profe, explicarle como serán los días, familiarizarle con el camino, comprarle el uniforme (si todavía usan uniforme en su cole) y los libros con tiempo… Podemos hasta contarle -inventarle- un cuento de un niño que va al cole y las cosas (¡buenas!) que allí le pasan, poniendo énfasis en los temas que sabemos que le harían ilusión a nuestro hijo. ¿Y que os parece de sugerirle a nuestro hijo de dibujar algo del cuento? (Y si no lleguéis al cuento, siempre puede dibujar lo que sea, por supuesto). Lo de dibujar es una manera muy buena de sacar los miedos fuera, de objetivar u poco lo que nos produce ese dolor de barriga. Le podéis dejar utilizar sus lápices nuevos, los lápices que le habías comprado para ir al cole, por ejemplo, y alguna hoja del nuevo bloc.
Una forma de superar los miedos es investigar el camino de antemano. Eso vale tanto para los niños como para los mayores….
Os deseo una buena ‘vuelta al cole’, un suave retorno al ritmo ‘normal’ del año, y una transición agradable y llevadero del verano al otoño.
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