La idea de vernos nació durante las Jornadas anuales de la APASE que celebramos en Madrid. Aquellos que llevamos grupos y colaboramos dentro de la asociación, la mayoría nos conocemos desde hace –muchos- años y hablamos un montón, conversaciones casi siempre enfocadas en cómo mejorar la correcta difusión del rasgo, cómo llegar a más gente para cambiarles la vida y qué hacer para que el rasgo de la alta sensibilidad sea algo generalmente re-conocido. Y siempre nos prometemos que, cuando las jornadas, tomaremos tiempo para vernos y estar un buen rato juntos. La realidad durante las jornadas sin embargo, es una de correr, de organizar, de resolver temas inesperados, de supervisar, de abrazar a visitantes y de escucharlos, dándoles la atención que se merecen. Y para estar ‘entre nosotros’, pues, no llegamos a más que compartir un desayuno con prisas, y a veces ni eso. Así que…
La semana pasada finalmente nos vimos algunas de este grupo de gente maravillosa e implicada, con calma y con tiempo en Mallorca. Primero llegaron Jaqueline y Lorena, y después llegó Teresa. Mi casa puede acoger a tres personas, pero tener tres invitados no es lo mismo que vivir sola. No me hice ninguna expectativa y dediqué mucho tiempo a la preparación y limpieza del espacio, a hacer las camas y a la decoración con flores; estaba muy ilusionada, al mismo tiempo que pensaba regularmente en un artículo que escribí hace años sobre ser PAS y tener invitados en casa; conozco mis límites y mis necesidades, y aparte de esto tenía muy claro que mis invitadas son PAS ‘trabajadas’, muy empáticas y generosas. Y, queridos lectores, la visita ha sido un éxito total. Sí, es posible ser PAS, tener invitados y disfrutar a tope de la visita, el intercambio, las conversaciones, las salidas, las comidas, los trabajitos de casa como cocinar, recoger, fregar y mantener la casa ordenada. Os comparto ‘el secreto’.
En primer lugar es importante que, como anfitrión, estés ilusionado con la visita. Desear que la gente que viene a compartir tu casa esté cómoda, que tenga su espacio y su libertad. Hay que pensar en detalles que harán que se sienta bienvenida. La idea es ser consciente de que una visita se puede transformar en encuentro si pones de tu parte y, al mismo tiempo no puedes tener expectativas. Llego hasta dónde llego y no voy a esforzarme para hacer cosas que me superan o de las que sé que me cansarán más de la cuenta. En todo momento es importante ser auténtico y no pretender ser algo/alguien que no eres. En mi caso, como anfitriona solamente soy responsable de mi parte y lo asumo con alegría y de la mejor manera posible.
No sé si mis invitadas tenían expectativas, pero sí sé que se sintieron cómodas. En todo momento reinaba un ambiente de cariño, de amistad, de cercanía y de respeto. Había un sentido de colaboración y de interés para conocer a la(s) otra(s) persona(s). Había respeto y espacio emocional. Cada una supo manifestar sus necesidades con naturalidad, y de la misma manera fueron acogidas por las demás. Hicimos cosas juntas e hicimos cosas por separado, sin cuestionar.
Siempre he insistido en la necesidad de que las PAS se trabajen personalmente, de que realmente conozcan el rasgo y que aprendan cómo funciona el rasgo en él o ella. Solamente si llegas a conocer tus sombras, si consigues abrazar tu lado oscuro para echarle luz y liberarlo, puedes sacar un máximo provecho de los talentos que vienen incluidos en el paquete de la alta sensibilidad. Estamos aquí para trabajar la Bondad, la Belleza y la Verdad y podemos contribuir muchísimo al mundo, sanando sus carencias y frialdad. Qué esto no es una ilusión y que no son palabras vacías, lo hemos vivido estos días maravillosos en mi casa. No te puedes imaginar la alegría y la gratitud que siento. Ya decidimos repetir el año que viene. ¡Qué viva la comunidad de las PAS!
Si quieres leer más sobre este tema, te recomiendo mi libro ‘Personas Altamente Sensibles‘, publicado por la editorial La esfera del mundo. Lo puedes encontrar en todas las librerías de España, Portugal y México,. Para Argentina y el resto de Sudamérica lo encontrarás como publicación de la editorial Akadia.
Puedes ver las primeras 30 páginas, pinchando aquí.
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Imagen: Priscilla Du Preez