«Mi mujer es PAS» cuenta Fede, «le encanta la cocina y pasa horas creando manjares de los más sorprendentes y generalmente deliciosos, así que decidí comprarle un libro de cocina con recetas interesantes, convencido de que le encantaría…
Veo sus ojos brillantes de emoción cuando empieza a abrir su regalo. Quita el papel, mira el libro, su sonrisa desaparece, su labio inferior empieza a temblar y empieza a llorar. No entiendo nada.
– «¿Qué te pasa? ¿No te gusta el libro?», pregunto, un poco asustado.
– «¿Me tiene que gustar ese libro?» solloza. «¡Me podías haber dicho que no te gusta como cocino!»
Siendo PAS es posible que, cuando recibes un regalo, busques algo «detrás» y le des una interpretación totalmente subjetiva, como si fuera una crítica…
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